miércoles, 27 de noviembre de 2013

Borges - Bioy - Bustos Domeq: Una Crónica (I)

La amistad entre Jorge Luís Borges y Adolfo Bioy Casares abarca más de cincuenta años, comenzando en 1931, cuando Borges tenía 31 años y Bioy 17.
Su primer trabajo juntos fue un folleto sobre las bondades de la leche cuajada que escribieron para el tío de ABC que era un rico hacendado ganadero. En el curso de este tiempo produjeron a dos manos reseñas, guiones, cuentos, crónicas, traducciones, antologías y manifiestos.
Más de cuarenta años de veladas y cenas en común (en casa de Bioy, que siempre pagaba), dieron, como se podrá suponer para mucho, pero sobre todo para la complicidad en la maledicencia, el placer del chisme y el gozo en su transmisión.
Su gusto común por la ironía y la ridiculización de lo imperante se ponen de manifiesto  desde su primera obra en común de 1937: una novela policiaca acerca de un extraño holandés, el doctor Praetorius, director de un colegio que aplica métodos "hedonistas. Con estos métodos (juegos obligatorios, música a todas horas), el doctor Praetorius tortura y mata a los niños. Detrás de esta idea se encuentran ya algunos de los rasgos que caracterizan la obra conjunta de JLB y ABC: la ironía sobre la modernidad estética, los autores de vanguardia y los nuevos métodos pedagógicos.

Honorio Bustos Domeq es el seudónimo que resulta de los dos apellidos de los bisabuelos de Borges y Bioy y el nombre de un pedante alcalde de Buenos Aires. Desde que aparece en "Seis problemas para Isidro Parodi" en 1942, Bustos Domeq desarrolla una personalidad propia; Borges habla de un "tercer hombre con sus propios gustos y fantasías y su propio estilo". Una figura a la que sus propios creadores reprochan su vulgaridad barroca y su sentido del humos insoportable. Un personaje que encarna los valores a los que se supone que Borges y Bioy se opusieron toda su vida: católico integrista, pronazi, peronista, mercantil e interesado; un personaje, como tantos otros que ahora nos dominan, que se otorga a sí mismo la libertad de hablar de cualquier cosa y opinar sobre todo sentando cátedra.

¡Un tertuliano!.

Las "Cónicas de Bustos Domeq", escritas en 1967, fue la última colaboración extensa entre sus autores y consisten en un conjunto de ensayos sobre artistas imaginarios que pretenden ridiculizar todo lo que, en la época, suponía el corpus de lo "políticamente correcto" en arte, en literatura, en arquitectura, en gastronomía... y hasta en fútbol.
Hoy en día, la realidad ha superado a las "Crónicas", que podrían ser un compendio de artículos de cualquier suplemento dominical o cultural, de hecho hasta su "dedicatoria" es difícilmente entendible por alguien que no tenga una visión suficientemente crítica de lo que le rodea:

"A esos tres grandes olvidados: Picasso, Joyce, Le Corbusier".

La realidad ha vuelto a superar a la ficción.

Sinopsis de algunas crónicas de Bustos Domeq:

Homenaje a César Paladión:

Crónica sobre un escritos que jamás publicó una sola línea original; todo eran copias: El Sabueso de los Baskerville, La Cabaña del Tío Tom, De los Apeninos a los Andes... El Evangelio Según San Lucas, obra de carácter bíblico, se encuentra inacabada porque Don César falleció.

Una Tarde con Ramón Bonavena:

Crónica de la entrevista con un escritor cuya única obra es una descripción en seis tomos del ángulo nor-noroeste de su mesa de trabajo y de los objetos que están en él.

Naturalismo al Día:

El crítico Hilario Lambkin decide escribir un tratado exhaustivo sobre la Divina Comedia copiando literalmente la Divina Comedia. El poeta Urbas gana un concurso de poesía realista dedicado a la rosa, presentando una rosa... posteriormente, en otro concurso y visto el éxito del anterior, el poeta Colombo remitió un cajón con un carnero de raza merina que cuando se vio libre arremetió contra los miembros del jurado, magullándolos e hiriendo a algunos.

Injustamente no le dieron el premio.

Catálogo y Análisis de los Diversos Libros de Loomis:

Crónica del escritos Federico Juan Carlos Loomis, que odiaba las metáforas y amaba lo breve y lo conciso, principios con los que publicó seis libros en su vida: OSO, CATRE, BOINA, NATA, LUNA, TAL VEZ, que contenían por todo texto la palabra del propio título.
"Y es que lo breve, si breve, dos veces breve".


Un Arte Abstracto:

Crónica que cuenta como surgen los "tenebrarium", restaurantes en los que se come a oscuras intentando perseguir la "cocina abstracta" que se basa en cinco sabores: ácido, insípido, salado, dulce y amargo.

Si se pone en google, "restaurantes en los que se come a oscuras", se puede comprobar que esta crónica es un ejemplo de como JLB y ABC se adelantaron a la realidad.

El Teatro Universal:

Crónica de Maximilian Longuest que inventa el "nuevo teatro" representando una obra en la que los actores-conspiradores "andan por las calles, incursionan en oficinas y tiendas, confían misivas al buzón de correos o adquieren tabaco y se lo fuman". El teatro nuevo había nacido, el más desprevenido, el más ignoto, usted mismo ya es un actor, la vida es el libreto.


Eclosiona un Arte:

Glosa diversos ejemplos de "arquitectura no habitable", una arquitectura liberada de ataduras mundanas, una arquitectura que fuera, como la música, un lenguaje directo de las pasiones no sujeto a las exigencias de una morada o un recinto de reunión.

Otra prueba de la clarividencia del señor ciego y del cegato, ahí van solo tres ejemplos al azar:



 (Continuará)


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